domingo, 25 de diciembre de 2011

APEARNOS DEL CABALLO DE NUESTRA RAZÓN "ILUSTRADA"

LA VERDADERA SABIDURÍA

En la homilía de Nochebuena el Santo Padre Benedicto XVI  nos ha regalado otra bellísima y profundísima reflexión sobre la Navidad. Dejo aquí solo unos fragmentos que nos ayudan a ir al encuentro de la Sabiduría Eterna Encarnada.

"Antes, los hombres habían hablado y creado imágenes humanas de Dios de muchas maneras. Dios mismo había hablado a los hombres de diferentes modos (cf. Hb 1,1: Lectura de la Misa del día). Pero ahora ha sucedido algo más: Él ha aparecido.

Para los hombres de la época precristiana, que ante los horrores y las contradicciones del mundo temían que Dios no fuera bueno del todo, sino que podría ser sin duda también cruel y arbitrario, esto era una verdadera «epifanía», la gran luz que se nos ha aparecido: Dios es pura bondad. Y también hoy, quienes ya no son capaces de reconocer a Dios en la fe se preguntan si el último poder que funda y sostiene el mundo es verdaderamente bueno, o si acaso el mal es tan potente y originario como el bien y lo bello, que en algunos momentos luminosos encontramos en nuestro cosmos. «Ha aparecido la bondad de Dios y su amor al hombre»: ésta es una nueva y consoladora certidumbre que se nos da en Navidad.

…si queremos encontrar al Dios que ha aparecido como niño, hemos de apearnos del caballo de nuestra razón «ilustrada». Debemos deponer nuestras falsas certezas, nuestra soberbia intelectual, que nos impide percibir la proximidad de Dios. Hemos de seguir el camino interior de san Francisco: el camino hacia esa extrema sencillez exterior e interior que hace al corazón capaz de ver. Debemos bajarnos, ir espiritualmente a pie, por decirlo así, para poder entrar por el portal de la fe y encontrar a Dios, que es diferente de nuestros prejuicios y nuestras opiniones: el Dios que se oculta en la humildad de un niño recién nacido. Celebremos así la liturgia de esta Noche santa y renunciemos a la obsesión por lo que es material, mensurable y tangible. Dejemos que nos haga sencillos ese Dios que se manifiesta al corazón que se ha hecho sencillo.

La Navidad se ha convertido hoy en una fiesta de los comercios, cuyas luces destellantes esconden el misterio de la humildad de Dios, que nos invita a la humildad y a la sencillez. Roguemos al Señor que nos ayude a atravesar con la mirada las fachadas deslumbrantes de este tiempo hasta encontrar detrás de ellas al niño en el establo de Belén, para descubrir así la verdadera alegría y la verdadera luz".
 (El texto completo en: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/homilies/2011/documents/hf_ben-xvi_hom_20111224_christmas_sp.html)


 


 *
¿Era conveniente que Dios se encarnara?

 Santo Tomás de Aquino, III, q.1

Es conveniente para todo ser aquello que le compete según su naturaleza; como es conveniente para el hombre razonar, puesto que eso le compete al ser racional por naturaleza. Pero la naturaleza de Dios es la bondad, según dice Dionisio en el c.l De Div. Nom. Luego todo cuanto pertenece a la razón de bien, conviene a Dios.



A la naturaleza del bien pertenece comunicarse a los demás, según escribe Dionisio en el c.4 De Div. Nom. Por consiguiente pertenece a la naturaleza del bien sumo comunicarse a la criatura de modo superlativo. Lo cual se realiza en sumo grado cuando Dios une a sí la naturaleza creada de tal manera que se constituye una sola persona de tres seres: el Verbo, el alma y la carne, como dice Agustín en el libro XIII De Trin.. De donde resulta evidente la conveniencia de que Dios se encarnase.
   

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Las cosas invisibles

“Creo en un solo Dios Todopoderoso, creador de todo lo visible e invisible”

Símbolo de Nicea


Podían verlo todo, aún a la distancia,
sin confundir el blanco del vellón o el granizo,
distinguir entre el verde marchito de una acacia,
 la retama amarilla, el olivar cobrizo.

Podían ver el tramo final de cada noche,
agazapando sueños bajo una luna fría,
los rebaños ajenos, iguales y distintos,
cada cual con su nombre, su cencerro y su guía.

Eran pastores diestros, podían asimismo,
ver en cada horizonte como en cada cayado,
el porvenir del tiempo, la luz de la madera,
 el próximo torrente donde unir al ganado.

Los valles o las cimas no guardaban secretos,
para sus ojos hechos a contornos posibles,
pero un día inefable les fue dada la gracia
de contemplar silentes las cosas invisibles.

Un Angel fue primero, heraldo del pesebre,
 de la impar teofanía custodio y pregonero,
un Angel señalado para que todos sepan
que el Verbo se hizo carne y refulge el lucero.

Mas después, tras el Angel, se dejó ver arriba,
una recia milicia celeste que alababa,
dando gloria al Nacido y paz para los hombres
de voluntad maciza como una antigua aljaba.

Oyeron viejos himnos, salmodias milenarias
hosannas y loores.Al fin todo calló.
Se cumplió la Escritura cuando entre sombras claras
notaron que era aquello lo que oído no oyó.
  
Danos Señor la gracia de poner la mirada,
en las cosas eternas que no solemos ver,
en las imperceptibles, incorpóreas, perennes,
 brotadas al Principio de tu divino ser.

Concede a quienes pueblan esta patria de llantos,
la ciencia de saber que no sólo has creado
lo que pesa, se mide, se calcula o se vende,
sino la Cruz que supo dar nombre a lo fundado.

Haz que el mundo visible se rinda ante tu cuna,
 así la sangre abraza dolorida a la llaga,
que la materia toda se convierta en vestigio
de la vez que dijiste: ¡Que la tierra se haga!

Vuélvenos pastoriles los oídos cansados
 de escuchar estridencias más oscuras que el lodo,
que nuestra vista sea la de esos mayorales,
y por otear con Fe lo contemplemos Todo.

ANTONIO CAPONNETTO 

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EL VALOR DE LA VIDA


LOS HERODES MODERNOS: QUIEREN VOTAR EL ABORTO EN EL SENADO DE URUGUAY ESTE 27 DE DICIEMBRE, INMEDIATAMENTE ANTES DEL DÍA DE LOS INOCENTES.

 Recién escuchamos, a continuación de las palabras del Santo Padre, una hermosísima canción interpretada por Andrea Bocelli. ¿Saben por qué hoy podemos disfrutar de ese genial talento? Veamos lo que el mismo Bocelli nos dice:


 


Veamos qué nos dice sobre este tema el Obispo de Minas, Monseñor Jaime Fuentes:

"Alrededor de la primera Navidad hubo actitudes bien distintas. Unos hombres sencillos, pastores que cuidaban sus rebaños de ovejas, recibieron la noticia del nacimiento de Jesús y fueron corriendo a verlo. A Jerusalén llegaron unos Reyes preguntando dónde estaba el recién nacido rey de los judíos –“hemos visto su estrella en Oriente”- y “toda Jerusalén se turbó”, dice el relato evangélico. Se turbó… pero se quedaron sentados en su casa. Herodes, finalmente, movido por el miedo de perder su poderío, decide matar a ese niño y promueve un infanticidio en masa.
Hoy, también hay entre nosotros nuevos Herodes. Están decididos a promover la muerte de los más inocentes de entre los inocentes y lo hacen a conciencia. ¿Por qué? Porque la madre, dicen, tiene “derecho” a desprenderse de un intruso…"

+ Mons. Jaime Fuentes
Obispo de Minas



La madre de Bocelli, como tantas madres valientes, saben que deshacerse de una vida que ellas no son capaces de crear por sí mismas, no es un derecho. Las y los que consideran que la madre tiene derecho a "decidir sobre su cuerpo" olvidan que es una nueva vida, diversa de la de la madre lo que quieren aniquilar; no es "algo" sino alguien. Nadie tiene derecho a truncar una vida. Así como Dios le regaló a Bocelli esa gran voz con la cual él lo alaba y nos ayuda a nosotros a alabarlo, cada nuevo ser tiene un talento único - aunque no sea tan llamativo como el de Bocelli - que le fue dado para la gloria de Dios y el bien de los hombres.
Dejemos de ver las cosas a través del vidrio nublado y opaco de la razón ilustrada de nuestro tiempo y aprendamos a ver la realidad a través del cristal limpio de la razón que sabe reconocer que la luz que posee no viene de ella misma.